El Legado más importante del mundo
La agudeza del olfato y el oído junto con sus habilidades para correr, trepar árboles, nadar y moverse agazapado tras una presa, convierten al jaguar en un excelente cazador.
Sus ojos reflejan la luz y se adaptan tanto a la tierra como al agua para poder cazar. Son territoriales y defienden su área con fuerza.
Los niños de esta tropa son incansables y logran reponer sus fuerzas fácilmente. Desarrollan agilidad en sus actividades y
defienden lo que es suyo sin temor.
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